martes, 30 de noviembre de 2010

Palabras de Ernesto Guevara

El esqueleto de nuestra libertad completa está formado, falta la sustancia protéica y el ropaje; los crearemos.
Nuestra libertad y su sostén cotidiano tienen color de sangre y están henchidos de sacrificio.
Nuestro sacrificio es consciente, cuota para pagar la libertad que construimos.
El camino es largo y desconocido en parte; conocemos nuestras limitaciones. Haremos el hombre del siglo XXI; nosotros mismos. Nos forjaremos en la acción cotidiana, creando un hombre nuevo con una nueva técnica.
La personalidad juega el papel de movilización y dirección en cuanto encarna las más altas virtudes y aspiraciones del pueblo y no se separa de la ruta. Quien abre el camino es el grupo de vanguardia, los mejores entre los buenos, el Partido.
La arcilla fundamental de nuestra obra es la juventud; en ella depositamos nuestra esperanza y preparamos para tomar de nuestras manos la bandera.
Si estacarta balbuceante aclara algo, ha cumplido el objetivo con que la mando.
Reciba nuestro saludo ritual, como un apretón de manos o un "Ave María Purísima".
Patria o muerte.

Extracto de El socialismo y el hombre en Cuba - 1965

domingo, 28 de noviembre de 2010

Reflexión sobre la dicha de la restauración


"¡Dios bueno!, ¿Qué es lo que pasa en el hombre para que se alegre más de la salud de un alma deshauciada y salvada del mayor peligro que si siempre hubiera ofrecido esperanzas o no hubiera sido tanto el peligro? También tú, Padre misericordioso, te gozas más de un penitente que de noventa y nueve justos que no tienen necesidad de penitencia (Lc 15 - 7); y nosotros oímos con grande alegría el relato de la oveja descarriada, que es devuelta al redil en los alegres hombros del Buen Pastor, y el de la dracma, que es repuesta en tus tesoros después de los parabienes de las vecinas a la mujer que la hablló. Y lágrimas arranca de nuestros ojos el júbilo de la solemnidad de tu casa cuando se lee en ella de tu hijo menor que era muerto y revivió, había perecido y fue hallado (Lc 15 - 24)(...)
Pero ¿Qué ocurre en el alma para que ésta se alegre más con las cosas encontradas o recobradas, y que ella estima, que si siempre las hubiera tenido consigo? Porque esto mismo testifican las demás cosas y llenas están todas ellas de testimonios que claman: 'Así es'(...)
Enferma una persona amiga y su pulso anuncia algo fatal, y todos los que la quieren sana enferman con ella en el alma; sale del peligro, y aunque todavía no camine con las fuerzas de antes, hay ya tal alegría entre ellos como no la hubo antes, cuando andaba sana y fuerte(...)
¡Ay de mí! ¡Cuán elevado eres en las alturas y cuán profundo en los abismos! A ninguna parte te alejas y, sin embargo, apenas si logramos volvernos a ti."


San Agustín de Hipona. Confesiones. Libro Octavo. Capítulo III

domingo, 7 de noviembre de 2010

La guerra por las conciencias continúa


Una vez más asistimos a un nuevo episodio de esta guerra en la que todos nos vemos envueltos: la guerra comunicacional. En este nuevo siglo caracterizado por la tecnología de avanzada y la velocidad en que viaja la información hasta llegar en segundos al último rincón del planeta, las guerras ya no se libran únicamente como antaño. Los campos de batalla se encuentran dispersos por todas partes. Ya no sólo los hay en Irak, en África o en la selva colombiana. Hoy el conflicto llega a nosotros de una manera mucho más disimulada y menos sangrienta, pero llega intacto manteniendo la esencia misma de la lucha. La guerra que se libra en este siglo XXI es primordialmente comunicacional. Como bien afirman algunos pensadores de la posmodernidad, quien tenga la palabra, tiene el poder. Quien tiene el poder tiene la verdad. Porque la verdad se crea por medio de la palabra. Es decir, la palabra es la verdad. Ya o importa que condiga con la realidad, ya no hay necesidad de que sea confrontada con los hechos. No, ya nadie necesita verificar ni confrontar nada. Sólo alcanza con reproducir los enunciados vez tras vez hasta el cansancio hasta que simplemente nuestras mentes se saturen y ya no puedan discernir nada. Entonces la verdad impuesta será la verdad de todos. La verdad que no se discute porque será la verdad que indique el sentido común. Un sentido común creado a imagen y semejanza de los medios. Una opinión pública falsificada, real pero no auténtica porque para serlo debería ser precisamente fruto de la reflexión. Y no hay tiempo para reflexionar, sólo para asimilar información que nos viene dada desde la lejanía del poder.
Debido a las razones expuestas mas arriba es necesario que nos tomemos el tiempo para reflexionar sobre lo que nos viene dado con el fin de poder generar una respuesta ante la verdad impuesta. Asimilar es lo que hacemos siempre. Incorporar, adquirir, fagocitar información que nunca sabemos con certeza desde donde viene o quien la dicta. Reflexionar, generar una respuesta crítica es un acto verdaderamente subversivo dadas las condiciones en que se genera la lucha de hoy. Porque de lo que se trata es de generar verdades alternativas a la verdad del poder, decir que no es la única, hacer escuchar la otra campana. Sólo así estaremos alterando las reglas de juego en nuestro favor, sólo así cambiaremos el actual estado de las cosas.
Durante la guerra fría el uso de la violencia para la liberación de los pueblos fue el gran tema en discusión. Se debatía sobre si el empleo de la violencia estaba justificado ya que no es igual la violencia de quien oprime que la violencia del oprimido que intenta destruir la violencia opresora para poder librarse de ella. Hoy ese debate queda relegado a un segundo lugar. No porque no sea importante, sino porque la batalla de hoy se libra en otro plano: el de la comunicación. Podríamos llegar a la conclusión de que el uso de la violencia para la liberación de los pueblos sometidos es justificada, sin embargo con eso no llegaríamos muy lejos puesto que como la guerra se libra en el campo de la información, mientras nosotros lucharíamos por romper las cadenas materiales de la esclavitud, los cerebros de aquellos a quienes se pretende liberar seguirían en manos del poder. En resumen, cualquier intento de revolución o cambio que deje de lado la realidad en la que nos vemos inmersos actualmente, estará condenado al fracaso.
En la última semana los diarios más reaccionarios de la argentina sacaron notas y artículos periodísticos sobre el “desastroso estado de la situación argentina”. A pocos días de la muerte del ex presidente Néstor Kirchner los medios han retomado las hostilidades no sólo contra el actual gobierno al que tanto odian, sino contra el mismísimo pueblo argentino al que odian aun más. Abundan los titulares que destacan un aumento en la canasta básica del 40%, artículos difamatorios y páginas enteras dedicadas a la creciente inflación (según sus propias encuestadoras). También se han preocupado mucho en resaltar los aspectos más temidos por aquél grupo socialmente indefinido que ellos denominan como el de los “ciudadanos comunes”. El terrorismo a nivel local nada tiene que ver con Bin-Laden, ni con el Islam. En estos pagos el terrorismo es el que los medios de comunicación aplican sobre nuestra sociedad con sus informativos sobre la inseguridad. Informes que repiten una y otra vez sin cansancio minuto tras minuto para de esta manera hacerlos reales y universales. No quiero decir con esto que los robos y las muertes sean ficticias. Pero al saturarnos con información de ese tipo lo que buscan los medios es hacernos creer que el delito está esperándonos en la puerta de nuestro hogar. Infunden el temor para que pidamos mano dura. Crean la opinión pública para que luego nosotros cuales verdaderos autómatas plasmemos la voluntad del poder en las urnas.
La verdad de hoy, es la mentira de mañana. En un mundo donde lo relativo se vuelve absoluto se hace muy difícil mantener nuestra capacidad de discernimiento intacta y a su vez tomar decisiones realmente libres. A menos que se genere un contra poder desde abajo que vaya en contra de la unidireccionalidad que imponen los medios desde arriba no podremos salir jamás de este círculo vicioso. La revolución empieza en casa. Ya no consiste en tomar un fusil en nuestras manos. Un acto realmente revolucionario es apagar tu televisor. Dejar de consumir el gran diario de los argentinos. Obviar los programas radiales en que sólo se escuchan mensajes fascistas. Nunca más enunciar como expresión propia la voluntad del poder que nos fue inculcada desde la pantalla. En este mundo globalizado de siglo XXI la guerra por las conciencias continúa.

viernes, 29 de octubre de 2010

Los gorilas gritan: "¡Viva el paro cardiorespiratorio!"


Ayer decían: "¡Viva el cancer!". ¿Hoy dirán: "¡Viva el paro cardiorrespiratorio!"? Lo cierto es que hoy todos los gorilas salen a dar sus condolencias. Sin embargo el pueblo no olvida, nosotros tenemos memoria. No los olvidamos hablando por los "independientes" medios de comunicación con furia, con rabia. No los olvidamos diciendo sus mentiras o inventando su verdades, intentando hacerlas absolutas. Hoy se muestran humanos, conmovidos. ¿Alguien les cree? Sólo quienes aceptan la verdad falsificada, sólo aquellos que deciden comprarla. Hoy mas que nunca abramos los ojos. ¡A la mierda con TN, con Clarín, con el nazi de Eduardo Feinmann, y a la mierda con todo el gorilaje cavernícola! A la mierda con la pseudoizquierda "revolucionaria". El pueblo ya no los quiere. Nunca los quizo. Sepan que si todavía tienen un espacio es porque los banca la clase media que siempre fue su cómplice. Pero eso no les va a durar. Porque la clase media no es todo el pueblo, como pretenden cuando hablan de "la gente". ¡No!. El pueblo es el que sufre, el que tiene hambre. Ese pueblo al que siempre mataron, discriminaron, desaparecieron, violaron, ultrajaron, explotaron y utilizaron para sus fines mezquinos. Acá no se trata de si el gobierno es asistencialista, de si reparte migajas para contener, o si mantiene el doble discurso. Eso es muy fácil decirlo y afirmarlo desde el poder de los medios. Es muy fácil también decirlo con la panza llena. Muy distinta es la interpretación que tiene el pueblo sobre estos hechos. Sí, porque para el pueblo no es una mera interpretación, sino una vivencia. Para el pueblo se trata del cambio, del pan, del trabajo, del interés que hoy reciben y que siempre les negaron. Por eso, es inutil discutir sobre si la burguesía o la oligarquia, o si el gobierno tranza o no. Es estúpido. Porque el gobierno puede tranzar. Y Nestor puede haber sido corrupto. Y Crístina su cómplice. Pero esas discusiones no tienen importancia. Lo que importa es el pueblo, y el pueblo es kirchnerista, osea, es peronista. Y si el pueblo es peronista, hay que ser peronista. Por eso, hoy mas que nunca:



Levantemos las banderas de la justicia social.

Luchemos entre todos por la segunda y definitiva independencia de la Argentina y de América Latina

Unámonos todos en la lucha que ya han comenzado varios países del Cono Sur.

¡Viva el pueblo y la Revolución!

¡Hasta la victoria siempre!

Por los caidos, por los que luchan.

¡Viva, Evita, Viva Perón carajo!


Nestor Vive.

sábado, 29 de mayo de 2010

Racismo, constancia y permanencia.


RACISMO es una palabra anticuada. Hoy en día ha caído en desuso dentro de muchos ámbitos en los cuales por lo general se la ha reemplazado por sinónimos más amigables.Los medios de comunicación por ejemplo nos hablan sobre la DISCRIMINACIÓN que se produce cotidianamente en la sociedad. En lugares académicos se reproducen
hasta el cansancio palabras tales como TRANSCULTURACIÓN, ACULTURACIÓN o ETNIA. Otra alternativa a la utilización de dichos sinónimos es la de usar palabras o frases
que no estén centradas en aspectos negativos sino en factores positivos de cambio como INTEGRACIÓN, RESPETO MUTUO o la más popular TOLERANCIA. Actualmente nadie usa la palabra RAZA para referirse al género humano. Por consiguiente RACISMO también nos resulta obsoleto como concepto. Nada más hipócrita de nuestra parte que ésto. Porque en pleno siglo XXI solo hemos evadido el problema en vez de atacar directamente sus causas. Hemos desplazado aquello que no nos gusta símplemente para no verlo. hemos cubierto con un manto de conceptos difusos en incípidos al "muerto que tenemos en el ropero". Este fenómeno de invisibilización del racismo no es nuevo, es un proceso que viene dándose desde algunas décadas. Como si al dejar de nombrar algo, tan sólo por dejar de nombrarlo aquello que no es nombrado dejase de existir. Aunque querramos ignorarlo, sabemos que es imposible. El racismo acompañó al ser humano prácticamente desde el principio. A partir del surgimiento de sociedades regidas por lógicas estatales (véase Marcelo Campagno) la dominación de unas minorías por sobre las mayorías ha tendido hasta el presente a convertirse en natural. Dicha dominación está siempre fundada en intereses económicos: por medio de ella los opresores se aseguran el ocio, la plenitud y el bienestar que tanto anhela todo ser humano, con el plus de no tener que trabajar para alcanzar sus propósitos, puesto que para ello están las mayorías.
El racismo va mas alla de estas simples relaciones de explotación. Porque en el racismo intervienen muchos más factores. Psicológicamente hablando satisface
deseos y pulsiones de dominación. Antropológicamente hablando satisface las aspiraciones de primacía o superioridad de algunos grupos o élites. Allí intervienen muchos mitos como el del "pueblo elegido" o el del "eterno retorno". Sociológicamente hablando contribuye a la reproducción de la sociedad dentro de sus marcos existentes.
El racismo es también irracional. Es una ideología sin fundamento. Cuando se le pregunta a alguien con prejuicios racistas que es l oque lo impulsa a odiar a otra persona nos responderá seguramente con argumentos sobre la inferioridad del otro. Nos dirá que por ser distinto debe ser excluido, marginado, deportado e incluso eliminado. Si indagásemos aun mas, nos encontraríamos con argumentos cada vez más frágiles hasta finalmente chocar con la tautológica incoherencia de un "'Sí porque Sí!".
De esta manera el racismo se convierte en un fenómeno que no se limita a distinciones de color. Esa reducción no es mas que otra artimaña racista, como si la
cuestión fuera entre blancos y negros. El racismo también es una relación que se da entre culturas, entre sexos, hacia homosexuales, en fin hacia todo lo que en nuestro imaginario representamos categóricamente como "EL OTRO". es preciso aclarar que toda ideología racista emana rasgos de lo que Marx llama "fetichismo de la mercancía" ya que el diferente es tratado siempre ocmo una cosa, a lo sumo como una mercancía, ya que "al carecer de moral" (esto es un argumento racista) siempre tiene un precio.
Por último para finalizar y con la intención de generar cierta discusión sobre el tema diremos que el fenómeno del racismo es un fenómeno complejo. No se
divide en absolutos, entre simplemente quien discrimina y quien es discriminado, sino que presenta la más variada escala de grises. Más de una vez podemos encontrarnos en la situación ambivalente de ser las dos cosas al mismo tiempo. Para ser mas claros: imaginemos que como integrantes del grupo B somos objeto de la xenofobia del grupo A. Sin embargo, a pesar de ser objetos del racismo de otro, a su vez, como integrantes del grupo B hacemos lo que A hace con nosotros pero con el grupo C.
Seguramente haya muchas explicaciones para este tipo de sucesos. por nuestra parte creemos que mucho de esto se debe a que la violencia del que oprime genera
la violencia del oprimido, sólo que la violencia de este último no siempre es utilizada en pos de su propia liberación. Puede ser también utilizada para oprimir a un tercero y así repetir la experiencia. Por el momento hasta aquí llega nuestra reflexión. Esperamos que este pequeñísimo aporte pueda contribuir de alguna manera.

miércoles, 5 de mayo de 2010

¡Robinson Crusoe debe morir!

”Nadie es una isla, cada hombre es un pedazo del continente, una parte de la tierra; si el mar se lleva una porción de tierra, todo el mundo queda disminuido...La muerte de cualquier hombre me disminuye, porque estoy ligado a la humanidad; y por consiguiente nunca hagas preguntas por quién doblan las campanas: doblan por ti”.

John Donne



¿Quién puede negar a esta altura que el hombre es un ser social? ¿Qué si no fuera porque vivimos en sociedad nuestra especie no existiría? Siempre hemos coexistido con otros seres humanos. Sólo que muchas veces a causa de nuestro propio egoísmo caímos en el error de pensar que éramos como islas en medio del océano. Islas autosuficientes, plenas y libres sin ataduras que nos liguen a ningún continente. Ya no podemos seguir con semejante argumento. Bien sabemos que sin prójimo que esté a nuestro lado sería imposible vivir. "El otro", concepto que inventamos para definirlo, ha sido en mas de una oportunidad el chivo expiatorio de todas nuestras culpas, de nuestros males y atrocidades. Lo hemos matado, sacrificado, torturado y desaparecido. Y aun lo seguimos haciendo. Sin embargo, no es imposible ver que en ese "otro" nos vemos reflejados a nosotros mismos cual fiel espejo. Porque en ese "otro" en el cual nos vemos a nosotros mismos está nuestra propia salvación. Porque ese "otro" respira como nosotros, y sangra y siente y tiene sed y hambre como nosotros. Aunque hagamos lo imposible para no escucharlo, ni verlo, para imaginar que no existe.
El mito de Robinson Crusoe es tan solo eso, un mito. Ningún ser humano puede prescindir de los demás seres humanos. A pesar de que constantemente se nos diga lo contrario. A pesar de que el individualismo sea la norma con que se nos educa desde niños. Estamos ligados al continente. No somos islas. Por eso si el continente se ve disminuído, significa que el mar se llevó una parte de mi. Aquellas lejanas palabras de John Donne nunca estuvieron tan cerca.

martes, 20 de abril de 2010

Los condenados de la tierra - Fragmentos del prólogo escrito en 1961 por J. P Sartre


"No hace mucho tiempo, la tierra estaba poblada por dos mil millones de habitantes, es decir, quinientos millones de hombres y mil quinientos millones de indígenas. Los primeros disponían del Verbo, los otros lo tomaban prestado. Entre aquéllos y éstos, reyezuelos vendidos, señores feudales, una falsa burguesía forjada de una sola pieza servían de intermediarios. En las colonias,la verdad aparecía desnuda; las metrópolis" la preferían vestida; era necesario que los indígenas las amaran. Como a madres, en cierto sentido. La élite europea se dedicó a fabricar una élite indígena; se seleccionaron adolescentes, se les marcó en la frente, con hierro candente, los
principios de la cultura occidental, se les introdujeron en la boca mordazas sonoras, grandes palabras pastosas que se adherían a los dientes; tras una breve estancia en la metrópoli se les regresaba a su país, falsificados." (...)
"1961. Escuchen: "No perdamos el tiempo en estériles letanías ni en mimetismos
nauseabundos. Abandonemos a esa Europa que no deja de hablar del hombre al mismo tiempo que lo asesina por dondequiera que lo encuentra, en todas las esquinas de sus propias calles, en todos los rincones del mundo. Hace siglos....que en nombre de una pretendida aventura espiritual' ahoga a casi toda la humanidad." (...)
"En una palabra, el Tercer Mundo se descubre y se expresa a través de esa voz. Ya se sabe que no es homogéneo y que todavía se encuentran dentro de ese mundo pueblos sometidos, otros que han adquirido una falsa independencia, algunos que luchan por conquistar su soberanía y otros más, por último, que aunque han ganado la libertad plena viven bajo la amenaza de una agresión imperialista. Esas diferencias han nacido de la historia colonial, es decir, de la opresión. Aquí la Metrópoli se ha contentado con pagar a algunos señores feudales; allá, con el lema de “dividir para vencer", ha fabricado de una sola pieza una burguesía de colonizados; en otra parte ha dado un doble golpe: la colonia es a la vez de explotación y de población. Así Europa ha fomentado las divisiones, las oposiciones, ha forjado clases y racismos, ha intentado por todos los medios provocar y aumentar la estratificación de las sociedades colonizadas." (...)
"Nos servirá la lectura de Fanon; esa violencia irreprimible, lo demuestra plenamente, no es una absurda tempestad ni la resurrección de instintos salvajes ni siquiera un efecto del resentimiento: es el hombre mismo reintegrándose. Esa verdad, me parece, la hemos conocido y la hemos olvidado: ninguna dulzura borrará las señales de la violencia; sólo la violencia puede destruirlas. Y el colonizado se cura de la neurosis colonial expulsando al colono con las armas. Cuando su ira estalla, recupera su transparencia perdida, se conoce en la medida misma en que se
hace; de lejos, consideramos su guerra como el triunfo de la barbarie; pero procede por sí misma a la emancipación progresiva del combatiente, liquida en él y fuera de él, progresivamente, las tinieblas coloniales." (...)
"Cada día retrocedemos frente a la contienda, pero pueden estar seguros de que no la evitaremos: ellos, los asesinos, la necesitan; van a seguir revoloteando a nuestro alrededor, a seguir golpeando el yunque. Así se acabará la época de los brujos y los fetiches: tendrán ustedes que pelear o se pudrirán en los campos de concentración. Es el momento final de la dialéctica: ustedes condenan esa guerra, pero no se atreven todavía a declararse solidarios de los combatientes argelinos; no tengan miedo, los colonos y los mercenarios los obligarán a dar este paso. Quizá entonces, acorralados contra la pared, liberarán ustedes por fin esa violencia nueva suscitada por los viejos crímenes rezumados. Pero eso, como suele decirse, es otra historia. La historia del hombre. Estoy seguro de que ya se acerca el momento en que nos uniremos a quienes la están haciendo."

Jean Paul Sartre - 1961

sábado, 3 de abril de 2010

Lo que entendemos por amor


En mas de una oportunidad nos hemos preguntado que es el amor. ¿Será un sentimiento? ¿Será un valor?. Supuestamente es aquello que tienen en común las grandes religiones. La capacidad de amar parecería ser lo que hace al hombre capaz de llegar a ser feliz. Para nosotros los cristianos es un factor sumamente importante. Jesús habla del amor una y otra vez, y constantemente exhorta a sus discípulos a que se amen los unos a los otros. Desde otra perspectiva y otra época, aunque en el fondo no tan distante de aquél pensamiento cristiano, también hemos oído repetidas veces desde un marco de pensamiento socialista/materialista que el amor debe ser el motor que empuje el accionar de todo revolucionario. A pesar de la importancia dada al concepto de amor seguimos igualmente estancados al no poder precisar con seguridad que es eso a lo que llamamos comunmente "amor". Lejos de pretender una definición enciclopédica o de establecer una verdad absoluta quisieramos desde este espacio contribuir al debate y la reflexion acerca de que es realmente el amor. Por eso es que nos gustaría acercarles una frase que a nuestro juicio es una de las mejores interpretaciones del amor que hayamos leido:

"El amor no es -según la lección que yo aprendí- ni sentimentalería romántica, ni pretexto literario.
El amor es darse; y "darse" es dar la propia vida.
Mientras no se da la propia vida cualquier cosa que uno dé es justicia. Cuando se empieza a dar la propia vida entonces recién se está haciendo una obra de amor."

Eva Perón.

miércoles, 24 de febrero de 2010

Meditación en la villa


SEÑOR, perdóname por haberme acostumbrado a ver que los
chicos que parecen tener ocho años tengan trece;
SEÑOR, perdóname por haberme acostumbrado a chapotear por
el barro; yo me puedo ir, ellos no;
SEÑOR, perdóname por haber aprendido a soportar el olor de
las aguas servidas, de las que me puedo ir y ellos no;
SEÑOR, perdóname por encender la luz y olvidándome de que
ellos no pueden hacerlo;
SEÑOR, yo puedo hacer huelga de hambre y ellos no: porque
nadie hace huelga con su hambre;
SEÑOR, perdóname por decirles "no solo de pan vive el
hombre" y no luchar con todo para que rescaten su pan;
SEÑOR, quiero quererlos por ellos y no por mí. Ayúdame.
SEÑOR, sueño con morir por ellos: ayúdame a vivir para
ellos.
SEÑOR, quiero estar con ellos a la hora de la luz. Ayúdame.

Carlos Mujica 1972

TEXTO DE LA MISA PARA EL TERCER MUNDO

Kyrie

Señor ten piedad de nosotros
Señor ten piedad de nosotros
Tú que has nacido pobre
y has vivido siempre
junto a los pobres
para traer a los hombres
la liberación.

Tú que estás a nuestro lado
fuerte y resucitado
para empujarnos en la lucha
contra la injusticia y la explotación
Señor, piedad, Señor.

Tú que vendrás por fin
al final de los tiempos
para llenar, nuestro corazón
de alegría y plenitud.

Gloria

Gloria a Dios que es el amor
y en la tierra paz a los hombres
que luchan por la justicia.

Te alabamos,
porque luchamos para que nuestros niños
hambrientos coman.
Te glorificamos,
porque queremos destruir ya
los instrumentos de tortura.
Te damos gracias,
porque hay hombres que dan su vida
en la revolución.
Te damos gracias Señor,
porque no sos un Dios espectador,
sino un Dios hecho hombre
que padece el padecimiento de los hombres.
Te damos gracias Señor,
Tú que nos arrancas del egoísmo
impulsándonos a luchar contra la explotación,
ten piedad de nosotros.
Tú que estás con el padre
viviendo la plenitud del amor,
ten piedad de nosotros.
Tú que estás donde vamos a estar todos,
ten piedad de nosotros.
Señor Dios, cordero de Dios,
que sigues desangrándote,
en los hacheros de Norte,
desangrándote.
En los mineros Bolivianos,
desangrándote.
En las favelas del morro,
desangrándote.
En el frío de los pobres,
desangrándote.
La carne del torturado,
desangrándote.

Señor.
Porque Tú solo eres el Santo;
Señor.
Tú solo eres el amor.

Señor.
Tú sólo el totalmente otro.
El que rescata para siempre la creatividad
humana.
En unión con el padre
fuente de la vida, de la energía, del amor.
Amén, para siempre, Amén.

Credo

Viva Dios,
que crea al hombre creador.
Viva Dios,
que todo lo hizo bien.

Y viva Jesús, su único hijo
nuestro hermano y Señor,
que fue concebido
por obra y gracia del Espíritu Santo.

La humilde María, lo parió en un establo.
Padeció mucho bajo Poncio Pilatos
porque su causa era la de los pobres.

Lo clavaron en una cruz
y murió con la muerte de los bandidos
y bajó a lo hondo del hombre.

Resucitó,
volvió a la vida
y se puso la piel del hombre nuevo.
Resucitó,
subió a la vida
y está junto al padre que todo lo puede
porque es el amor.

Volverá,
y todos los hombres se presentarán ante él,
y al atardecer de la vida,
serán juzgados en el amor.

Creo en el Espíritu Santo
que es la fuerza de Dios, el amor de Cristo,
la inspiración creadora.
Creo en la iglesia de todos,
Que es santa porque es de Dios.
En la comunión de los hombres
que hacen la verdad porque aman.
Creo en el perdón de los pecados.
Creo en el perdón de los insensibles,
de los tibios y prudentes.
Creo en perdón de los indiferentes,
de los que traicionan el amor.
Creo en el surgimiento
del hombre nuevo,
del hombre lleno de Dios.
Creo en la expansión de la vida plena...
Para siempre, amén.

Sanctus

Santo.
Es el Señor de todas las cosas.
Hay fiesta en el cielo.
Santo.
Bendito Jesús que viene de Dios.
Hay fiesta en el cielo.
Santo.
Todo lo creado está lleno de tu amor.
Santo.
Hay fiesta en el cielo.

Agnus Dei

Cordero de Dios
que quitas maldad del hombre,
acercate a nosotros con tu amor,
acercate a nosotros.
Cordero de Dios
que haces nuevo al corazón,
Acercate a nosotros con tu amor,
Acercate a nosotros.
Con tu amor, con tu paz... acercate Señor.
Cordero de Dios
que quitas la maldad del hombre,
Acercate a nosotros con tu amor,
acercate a nosotros.
Cordero de Dios,
danos la paz.

Señor ten piedad de nosotros
Señor ten piedad de nosotros.

miércoles, 20 de enero de 2010

miércoles, 6 de enero de 2010

Zona de represión


Pronto, muy pronto nuestra ciudad tendrá su propia policia. Pronto, muy pronto, Buenos Aires tendrá su propia fuerza armada amparada por el Gobierno Autónomo con un sólo objetivo: Reprimir al pueblo. No podemos dejar que esto suceda. Macri lo explicitó rotundamente. Tanto él como sus adeptos quieren a toda costa conseguir una fuerza armada que les permita acabar con toda manifestación popular, con todo descontento. Lo que no saben es que la violencia sólo enjendra mayor violencia. La violencia del opresor engendra la violencia del oprimido, que en última instancia como dijo J. D. Perón, no es violencia sino justicia.
A pesar de la inminencia de estos acontecimientos es necesario que conservemos la calma. Aunque el fantasma de la dictadura asome nuevamente la cabeza no debemos tener miedo, porque esa es su mejor arma: el terror. Seamos pacientes y pensantes. Desarrollemos nuevas estrategias de lucha pero nunca bajemos los brazos. Por mas que el garrote vuelva, las calles seguirán siendo del pueblo.